La importancia de reforzar un estilo de vida saludable. Por Fernando Zea

La importancia de reforzar un estilo de vida saludable después de vivir la pandemia de covid-19 es esencial. Un resultado alentador ha sido la mayor conciencia pública sobre la crisis de las enfermedades crónicas y graves, a menudo asociadas con los peores resultados, y la urgente necesidad de resolverlas.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), seis de cada diez adultos tienen una enfermedad crónica.
Investigaciones han demostrado un vínculo entre las enfermedades relacionadas con el estilo de vida y las patologías graves causadas por el covid-19.
El estudio encontró que una combinación de factores de riesgo del estilo de vida, como fumar, la inactividad y la obesidad, representaron el 51% de los casos graves de covid-19.
Los pilares principales para evitar enfermedades crónicas son la nutrición, el ejercicio, el sueño reparador, el manejo del estrés y las relaciones sociales.
Médicos y expertos recomiendan apoyar a pacientes y poblaciones para que se generen cambios radicales en su estilo de vida. Esto como un método o medio de tratar la prevención de muchas enfermedades, tales como la obesidad, diabetes o enfermedades cardíacas.
La nutrición como prioridad para una buena salud
Una dieta puede ser opción como patrón de alimentación.
En un extremo está una dieta estándar que consiste en alimentos ultraprocesados, comida rápida y fritos. Esto se ha relacionado con un mayor riesgo de diabetes tipo dos, enfermedades cardíacas, obesidad y otras enfermedades crónicas relacionadas con el estilo de vida.
Sin embargo, en el otro extremo del espectro están los patrones de alimentación, como una dieta de alimentos integrales basada en plantas. Este patrón está asociado con un riesgo reducido de enfermedades crónicas como la diabetes tipo dos.
Los estudios arrojan que los patrones de alimentación basados en la ingesta de frutas y verduras, y un menor consumo de sodio, reducen la presión sanguínea. Esto puede potencializarse más que con la propia medicación.
La actividad física: una rutina saludable
Realizar ejercicio mejora la capacidad cardiovascular, reduce presión sanguínea y glucosa en la sangre.
Además de controlar el peso, controla la obesidad, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiacas, hipertensión y depresión.
Se recomienda como mínimo 30 minutos diarios de actividad física regular.
Dormir bien aporta beneficios en tu salud
A veces este factor pasa de largo.
Dormir bien puede tener un papel principal en el apoyo de las defensas del sistema inmunológico.
Quienes duermen menos de ocho horas, tienden a desarrollar sintomatologías virales o infecciosas.
El sueño insuficiente se relaciona también con el aumento del riesgo de hipertensión, obesidad, diabetes tipo dos y ansiedad.
Control de estrés
En ocasiones el estrés es beneficioso, pero únicamente en caso que funcione como impulso a lograr desafíos.
De lo contrario, no es favorable.
Esta sintomatología, si es crónica, puede provocar deterioro en la salud.
Crear escudos contra cualquier efecto negativo que repercute en nuestras vidas, es vital.
La importancia de reforzar un estilo de vida saludable es de suma prioridad para enfrentar cualquier adversidad, llámese enfermedades o pandemias.
Por: Fernando Zea