No tenemos exactamente claro cuál fue el origen del metaverso pero lo que sí podemos saber es cuándo se empezó a hablar de él. Las primeras referencias al metaverso aparecen en una novela de Neal Stephenson, Snow Crash (1992).
La novela narra la historia de Hiroaki Hiro Protagonist, un repartidor de pizza en el mundo real, pero príncipe guerrero (samurái) en el Metaverso. Dado un momento, Hiro descubre la existencia de un poderoso virus informático en el Metaverso, llamado Snow Crash, y el descubrimiento de más sobre este virus será el eje central de la trama.
Lo relevante de este libro es que Neal creó la primera referencia escrita de un mundo completamente virtual mucho antes de que se pudiera hablar de ciberespacio. En su libro Neal introduce la idea de los avatares (o personajes virtuales de las personas reales del mundo tangible).
Con toda esta información, es importante comprender que todavía no existe un único metaverso y que tardaremos algunos años en ver mundos virtuales interconectados de verdad.
En la actualidad podemos disfrutar de una colección de mundos virtuales formados por juegos, programas y plataformas separadas que solo tienen en común sus tecnologías de acceso. Por eso, hay diferentes plataformas a las que puedes acceder de distintas formas.
No se trata de un solo dispositivo ni tecnología universal que te permita acceder a todos los mundos que existen en el multiverso.