¿Te conoces a profundidad? Si la respuesta es “sí”, siempre podrás ahondar un poco más para conocerte mucho mejor; pero si la respuesta es “no”, Fernando Zea te revela algunas estrategias que te mostrarán el camino del autoconocimiento. Autoconocimiento significa conocerse a uno mismo de forma realista, sincera y honesta, con el objetivo de mejorar el bienestar emocional de la persona, clave para el desarrollo personal y la inteligencia emocional.
En esta primera entrega, Fernando Zea te enseñará como trabajar la autoconciencia, la capacidad de atención y una mentalidad de aceptación:
La línea de la vida
Consiste en crear una línea horizontal que represente la vida. Sobre la línea se marca un punto medio para representar el “aquí y ahora”, es decir, el presente. A la izquierda de dicho punto se enuncian eventos y experiencias importantes vividas en el pasado, las que hayan dejado huella y marcado realmente la vida (enfermedades importantes, pérdidas cercanas, cambios laborales, nacimiento de los hijos, etc.). Por otro lado, a la derecha del punto medio se debe anotar las proyecciones y deseos para el futuro, señalando los objetivos más cercanos que se desean alcanzar, así como los objetivos de mediano y largo tiempo.
Ya que se ha creado la línea de la vida se debe reflexionar acerca de los objetivos planteados y las estrategias que se han de implementar para conseguirlos.
¿Quién soy?
Esta estrategia permite visualizar de manera realista quién se es en el momento actual, quién se desea ser en el futuro y cómo se conseguirá ser la persona que se deseas ser.
Para trabajar esta estrategia se necesita dividir una hoja en 3 columnas. En la primera se debe anotar quién se es en el momento presente; en la segunda, quién se desea llegar a ser, y en la tercera columna hay que escribir cómo se puede lograr.
Como se habrá notado estas estrategias requieren trabajo de reflexión, introspección y valor para reconocer los fallos y carencias; pero, también, de dominar el orgullo para ser realista y aceptar las virtudes propias, sin dejarse cegar por el ego.