Todos tenemos malos hábito y es imperante saberlos identificar ya que estos comportamientos negativos no necesariamente te hacen una mala persona, pero como empleado pueden dar una muy mala impresión tuya, e incluso costarte muchos proyectos.
Las distorsiones cognitivas son aquellos pensamientos que no se ajustan a la realidad y que hacen que interpretemos las situaciones de forma distinta. Cuando estas distorsiones cognitivas surgen continuamente se convierten en un mal hábito de pensamiento.
Reconoce estos 3 hábitos que tienes que eliminar de tu vida lo antes posible.
- Pensamiento extremista: este supone pensar de forma dicotómica, es decir en extremos: “o está bien o está mal”. Un ejemplo de pensamiento puede ser: “Si esto no lo hago bien entonces no valgo para nada”. Tener este hábito de pensamiento supone pensar que todo es blanco o negro, y no ver más allá de otras posibilidades.
- Sobre generalización: supone la tendencia a generalizar un suceso aislado. Por ejemplo: “¡Ese/Esa chico/a me ha rechazado, jamás conseguiré tener pareja!”
- Descalificación: en pocas palabras, cualquier situación es vista como negativa, incluso aquello que es positivo y beneficia a la persona. Por ejemplo: cuando le dicen un cumplido y piensa: “sólo lo dice para quedar bien” o incluso cuando echa por tierra todo lo que hace: “no es para tanto, si total, seguro que otro lo hubiera hecho mejor”.
Los malos hábitos como la desorganización, pérdida de tiempo y hablar demasiado pueden hacer a un trabajador extremadamente ineficiente. “Puedes no darte cuenta de ello, pero muchos de tus compañeros de trabajo están allí para trabajar, no socializar.
No quieres llegar a ser esa persona con la que tus colegas evitan trabajar, mantén la charla informal al mínimo en horas de trabajo, tu escritorio organizado y no pases demasiado tiempo en tareas no relacionadas con el trabajo.